Celeste, una de las propietarias, relató con indignación lo que le ocurrió a ella y a su hermana el sábado alrededor de las 21: "Estábamos entregando un pedido y dos asaltantes se me metieron en el local. Estaban armadas nos pusieron la pistola en la cabeza. Pensé que me iban a matar porque al ladrón le temblaba la mano, se le pudo escapar un tiro".

Ese día les robaron la recaudación y objetos personales, como teléfono celulares. "Llamamos a la policía. Los pudimos rastrear hasta Mozart y Toledo, se habían ido derecho por Brandsen, pero nos los pudieron agarrar y finalmente no pasó nada", continuó. 

Sin embargo, no fue el único hecho de robo que sufrieron, aunque sí el más violento. El año pasado les desvalijaron el negocio, llevándose incluso un gran generador eléctrico que pesaba más de 100 kilos. “Cerramos por la inseguridad, pero además porque hay toda una situación en la zona que hace que la gente ni siquiera pueda entrar al negocio", entendió Celeste.