(Por Santiago Flecha*) En relación a la economía desde abril se asiste al malestar y a la incertidumbre. Inflación y aumento del dólar y su reflejo en el alza de precios. El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional ocupa la atención de la opinión pública, a través de las diversas explicaciones de analistas. La necesaria merma del déficit fiscal configura la aspiración del gobierno. Los encuentros con gobernadores oficialistas y opositores pretenden dar un esbozo de las reducciones. 

LA ETERNIDAD DE LAS ELECCIONES
La política también se inscribe en la labor de los críticos. El próximo año habrá elecciones presidenciales, una eternidad en nuestra comarca. 
Cambiemos enfrenta la ingrata tarea de gobernar, encontrar soluciones al descalabro económico y terminar su mandato según lo establecido por la Constitución. A estas dos cuestiones deberá dirigir sus energías y despreocuparse por lo que haga la oposición en materia de candidaturas. 
En el peronismo se abren esperanzas a partir de la crisis. El interrogante de como afrontará los comicios tomó cuerpo. ¿Tendrá internas?, ¿se encolumnará detrás de un candidato?, ¿marchará dividido?. Hasta lo inverosímil alcanzó predicamento, voces justicialistas no descartan la candidatura de la ex presidenta Cristina Fernández.
Desde el peronismo se escuchan acaloradas voces denunciando las dificultades por las que atraviesan tanto el país como los sectores postergados. Con desfachatez se desentienden de los problemas, manifiestan desazón, advertencias y desaprobaciones como si fueran ajenos a los desbarajustes existentes.

EL FÚTBOL MUNDIAL
Buena parte del planeta asistió a la disputa de XXI Copa Mundial de Fútbol. Como de costumbre, con anterioridad al inicio del evento, los ciudadanos locales presenciamos una interminable referencia al tema. Casi todas las publicidades, casi todos los espacios aludían a la participación del seleccionado argentino. Se llegó al ridículo en que en un spot se cantaba nuestro himno en ruso. 
Además las mencionadas referencias generalmente iban acompañadas de un clima festivo, ligado a un casi descontado éxito del team representativo. Llevar tan alto la expectiva lleva irremediablemente al desencanto. En un ámbito en el que prima el exitismo todo huele a fracaso. No importa el tercer puesto, ni el juego limpio, ni poseer la delantera más goleadora. Nada de esto ocurrió y promediando el torneo el conjunto albeceleste quedó eliminado y para muchos la lid tan renombrada concluyó. 

LAS SORPRESAS
La contienda ecuménica deparó sorpresas. La primera que puede mencionarse fue anterior al comienzo y estuvo dada por la no clasificación de Italia. Ya con la competencia en marcha, otro combinado poderoso como el alemán no superó la primera ronda. 
Si bien con rendimientos dispares, no descollaron las super estrellas como Cristiano Ronaldo, L. Messi y Neymar. El campeonato puso en evidencia las bondades del juego colectivo. Lo grupal se ubicó por encima de lo individual. La estrategia dictaba que la destreza personal debía insertarse en la labor de conjunto.      
Vale mencionar que en términos generales predominó el buen comportamiento. El juego limpio estuvo presente, jugadores y técnicos compitieron con buenas armas y aceptaron con entereza el resultado.  
La falta de planificación fue la principal falencia que resaltaron los comentaristas al analizar el desempeño del equipo albiceleste. Puede que efectivamente haya carecido de dicho atributo. Lo cierto es que los mundiales por su sistema de competencia pueden tirar por tierra cualquier estructuración previa. Superada la fase de grupos comienza la eliminatoria y los imponderables desempeñan sus influencias. Quizás resultaría conveniente, una segunda fase de grupos y que luego con los ocho clasificados, empiece la eliminación y se amplíe la premiación hasta el quinto puesto. Esto implicaría más partidos, más tiempo, más dinero y un cierto hastío. 

FRANCIA CAMPEÓN
El equipo francés se adjudicó la copa al derrotar a los bravíos croatas. Repitió la conquista de 1998. Croacia arribó por segunda vez al podio, en el citado año en su primera participación conquistó el bronce. Conviene mencionar que los dos finalistas fueron los que doblegaron al equipo argentino. Meritorio desempeño de la escuadra belga, con la habilidad de E. Hazzard, "les Diables Rouges" alcanzaron el tercer puesto y su mejor registro.
A su calidad individual enaltecida en A. Griezmann y K. Mbappé, "les Bleus" sumaron solidez defensiva y convirtieron el contraataque en arma letal.
A lo largo del tiempo ocho seleccionados solamente consiguieron el máximo galardón, se trata de los representativos de Brasil, Alemania, Italia, Francia, Argentina, Uruguay, España e Inglaterra. Habrá que reconocer los tres subcampeonatos a los que accedió Holanda. En el primero de ellos, en 1974, la "Naranja mecánica" desarrolló el "fútbol total" con R. Michels comandando desde fuera y con J. Cryff en la verde gramilla. A veces los perdedores dejan imborrables enseñanzas.        

*Santiago Flecha
Sociólogo y educador de escuelas secundarias y terciarias quilmeñas